Expertos de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA), con sede en Ginebra, ofrecieron hoy un taller en el que participaron más de 50 funcionarios de varios ministerios sobre "Reforma humanitaria: coordinación y nuevos mecanismos ante desastres" para profundizar conocimientos sobre el mecanismo internacional de activación de emergencias.
La actividad fue organizada por la Oficina del Sistema de Naciones Unidas en Costa Rica y responde a las gestiones del Gobierno que por medio de la Cancillería se hicieron con el llamamiento de ayuda internacional emitido el pasado 13 de enero, tras la tragedia causada por el terremoto del 8 de enero de 2009.
El taller también tenía como finalidad fortalecer la capacidad de coordinación entre las autoridades nacionales y las organizaciones de Naciones Unidas, específicamente la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
"Esta es una iniciativa que surgió primero como necesidad de la institucionalidad del país para conocer aún más sobre los principios, mecanismos y acciones de coordinación en el enfoque de Reforma Humanitaria" dijo Luiza Carvahlo, coordinadora residente de Naciones Unidas en Costa Rica.
Representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, Salud, Agricultura, Vivienda, así como de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y de agencias de Naciones Unidas radicadas en Costa Rica fueron informados por parte de especialistas de OCHA acerca de los mandatos y procedimientos de la ONU para la atención de desastres, reforma humanitaria, mecanismos de coordinación, manejo de información y preparación para desastres, entre otros temas.
"La reforma humanitaria nos permite mejorar nuestra capacidad de respuesta haciéndola más efectiva y facilitando los procesos de coordinación entre los socios que trabajamos en las distintas etapas de respuesta y atención a las emergencias" indicó Carvahlo.
Víctor Monge, Director de Servicio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores, agradeció la cooperación de OCHA y del Sistema de las Naciones Unidas y consideró que los elementos ofrecidos durante el taller constituyen una "base fundamental para gestionar y solicitar ayuda internacional" ante situaciones de emergencia o desastres naturales.
A la Cancillería le corresponde, en coordinación, con los enlaces tanto de la Presidencia de la República, el Ministerio de Planificación Nacional, la Comisión de Emergencias e instituciones involucradas, realizar el "llamamiento de asistencia internacional".
También, en caso de emergencias, la Cancillería activa los protocolos que llevan a coordinar diversas acciones en el exterior por medio de las 34 embajadas.
La Directora de Cooperación Internacional de la Cancillería, Circe Villanueva destacó la importancia de la actividad porque "permite a las instituciones nacionales reunirse con una organización como las Naciones Unidas que tiene toda una estructura y una experiencia para enfrentar los desastres naturales, ya sea en la atención inmediata, como en los procesos de reconstrucción, considerando el objetivo más importante que es el salvar vidas a través de una buena coordinación".
Según Max Bonnel, expositor y especialista de OCHA, una tercera parte de los 900 millones de habitantes del continente americano es vulnerable a los desastres naturales. Indicó que el año pasado 10 millones de personas en América Latina resultaron afectadas por desastres y emergencias, de ellas una cuarta parte correspondió a Centroamérica.
La ayuda internacional se traduce en fondos, donaciones, equipos de respuesta, asistencia técnica y apoyos logísticos, tanto militares como civiles. "En el 2008, la ayuda humanitaria en el mundo, para atención de desastres y emergencias alcanzó los US$13 billones de dólares" dijo el experto de OCHA.
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