Costa Rica lanzó una propuesta que busca mejorar la representación y las oportunidades de los pequeños y medianos Estados de las Naciones Unidas para formar parte del Consejo de Seguridad, del que históricamente han sido excluidos.
Significará la modificación de la Carta de la ONU, y podría desbloquear las discusiones que prácticamente desde la creación de las Naciones Unidas se han venido sucediendo entre quienes exigen la ampliación de Miembros Permanentes del Consejo y quienes rechazan rotundamente esa posibilidad.
La iniciativa incluye, entre otros, el principio de rotación, tendiente a dar más oportunidades a un mayor número de Estados de ser parte del Consejo; la posibilidad de reelección para un nuevo período, sujeto sin embargo, a un procedimiento de rendición de cuentas; y una cláusula de inhabilitación que obliga a una espera de dos períodos para poder postularse para una nueva elección.
La iniciativa procura convertirse en “un punto de encuentro” entre las posiciones irreconciliables que históricamente se han manifestado y despejar posibles rutas de solución, declaró hoy el Canciller Bruno Stagno.
La propuesta costarricense fue planteada preliminarmente durante la Reunión Ministerial sobre la Reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, celebrada el 4 y 5 de febrero pasado en Roma, y a la que asistieron delegados de más de 70 países.
El país continuará propugnando por dichos cambios, dice el comunicado de la Cancillería costarricense, en ocasión de las negociaciones intergubernamentales que actualmente desarrolla la Asamblea General sobre reformas al Consejo de Seguridad. El 4 y 5 de marzo se realizaron las primeras sesiones y para el próximo 16 de marzo se abordará la cuestión del veto.
El Consejo de Seguridad está compuesto actualmente por 5 Miembros Permanentes (vencedores de la Segunda Guerra Mundial) y 10 Miembros no Permanentes (electos por dos años). Desde enero de 2008 Costa Rica integra dicho foro como Miembro no Permanente.
Las distintas propuestas sobre la membresía del Consejo insisten, por un lado, en la ampliación del número de Miembros Permanentes, y por otro, de los Miembros no Permanentes, según diferentes criterios, entre ellos, el de representación geográfica. Un histórico reclamo ha sido que África, Asia y América Latina y el Caribe están sub-representadas en relación con Europa y otros Estados occidentales.
Costa Rica ha hecho patente su oposición a una ampliación de los privilegios y ventajas de las cuales actualmente gozan los Miembros Permanentes, y de extender su membresía y permanencia a todos los otros órganos de las Naciones Unidas, lo que Costa Rica ha denunciado como el “efecto cascada”.
En este sentido, afirma que la solución de los problemas sustanciales del Consejo no pasa únicamente por un aumento del número de miembros y que una reforma que no aborde el tema de los Métodos de Trabajo no será nunca integral ni efectiva.
Significará la modificación de la Carta de la ONU, y podría desbloquear las discusiones que prácticamente desde la creación de las Naciones Unidas se han venido sucediendo entre quienes exigen la ampliación de Miembros Permanentes del Consejo y quienes rechazan rotundamente esa posibilidad.
La iniciativa incluye, entre otros, el principio de rotación, tendiente a dar más oportunidades a un mayor número de Estados de ser parte del Consejo; la posibilidad de reelección para un nuevo período, sujeto sin embargo, a un procedimiento de rendición de cuentas; y una cláusula de inhabilitación que obliga a una espera de dos períodos para poder postularse para una nueva elección.
La iniciativa procura convertirse en “un punto de encuentro” entre las posiciones irreconciliables que históricamente se han manifestado y despejar posibles rutas de solución, declaró hoy el Canciller Bruno Stagno.
La propuesta costarricense fue planteada preliminarmente durante la Reunión Ministerial sobre la Reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, celebrada el 4 y 5 de febrero pasado en Roma, y a la que asistieron delegados de más de 70 países.
El país continuará propugnando por dichos cambios, dice el comunicado de la Cancillería costarricense, en ocasión de las negociaciones intergubernamentales que actualmente desarrolla la Asamblea General sobre reformas al Consejo de Seguridad. El 4 y 5 de marzo se realizaron las primeras sesiones y para el próximo 16 de marzo se abordará la cuestión del veto.
El Consejo de Seguridad está compuesto actualmente por 5 Miembros Permanentes (vencedores de la Segunda Guerra Mundial) y 10 Miembros no Permanentes (electos por dos años). Desde enero de 2008 Costa Rica integra dicho foro como Miembro no Permanente.
Las distintas propuestas sobre la membresía del Consejo insisten, por un lado, en la ampliación del número de Miembros Permanentes, y por otro, de los Miembros no Permanentes, según diferentes criterios, entre ellos, el de representación geográfica. Un histórico reclamo ha sido que África, Asia y América Latina y el Caribe están sub-representadas en relación con Europa y otros Estados occidentales.
Costa Rica ha hecho patente su oposición a una ampliación de los privilegios y ventajas de las cuales actualmente gozan los Miembros Permanentes, y de extender su membresía y permanencia a todos los otros órganos de las Naciones Unidas, lo que Costa Rica ha denunciado como el “efecto cascada”.
En este sentido, afirma que la solución de los problemas sustanciales del Consejo no pasa únicamente por un aumento del número de miembros y que una reforma que no aborde el tema de los Métodos de Trabajo no será nunca integral ni efectiva.
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