¿La Familia Confiado, o … le robaron los huevos al águila?

Por José Rodolfo Ibarra

Periodista

El caso de la cocaína robada de los propios Tribunales de Justicia en Golfito generaron la búsqueda, más que de la droga, de los supuestos culpables de negligencia, impericia o dolo.

Este caso, que más parece una tragicomedia, lanzó al circo mediático la gran interrogante: ¿Quién es el culpable?

Algunos se orientan a que los vigilantes, miembros de la Fuerza Pública o policía preventiva, son los responsables. Agregaría que aquella institución que llenaba con propaganda los medios diciendo: “no sea como la Familia Confiado” lo agarraron descuidado. Se confió. Colocar solo dos guardias civiles, a lo mejor sin preparación para este tipo de custodia, a lo mejor con poco armamento y, con seguridad, sin experiencia en estos asuntos del llamado crimen organizado, definitivamente fue un error de horror.

Las autoridades jerárquicas deben una explicación a la ciudadanía sobre las razones que tuvieron para dejar, esperamos que no con intención, únicamente una débil protección de la prueba, podríamos calificarla de: “una guardia baja”.

El Ministerio de Seguridad Pública debe haber procedido de acuerdo con los protocolos internacionales para la protección de la evidencia, sobre todo en materia de drogas o mercados internacionales de esta. No es desconocida: tiene una policía antidrogas.

No es necesario ser un gran experto en seguridad para saber que un millón seiscientos mil dólares en cocaína deben ser vigilados por algo más que una pareja. Una patrulla apostada al frente de los Tribunales dis que fue desviada de su tarea principal por un caso de violencia doméstica que nunca existió. Habrá que corroborar eso también. Como dijo un experto en el programa de Amelia Rueda, no se trataba de cuidar bicicletas robadas. Yo agrego, ni era polvo de hornear.

Aunque no lo queramos reconocer, Seguridad Pública, no hizo caso de su propio mensaje. Pecó de confiado.

Algunos alegan en defensa de la policía administrativa que al tratarse de un delito ya cometido, es un asunto de la policía judicial. También tienen razón. Es el aparato del Organismo de Investigación Judicial, OIJ, el que debió encargarse de esta custodia. Pero no lo hizo. También pecó. En su propio charco, o mejor dicho, en su propio nido, le robaron los huevos al águila.

Tanto las secciones de Estupefacientes, como en la de Recolección de Indicios del Organismo de Investigación Judicial, me parece a mi, debieron tomar las medidas y prevenir cualquier situación anómala, sea esta el asalto (como al parecer sucedió) o bien el desvío, hurto o robo de la droga. En otras palabras, lo que los expertos llaman la línea de protección de la evidencia.

Sí, también hubo culpa. Alguien, en alguna parte del OIJ, debería ser el responsable del secuestro y comiso de la droga. Es de suponer, que ese alguien, ordenó dejarla en los Tribunales de Golfito, no trasladarla hasta Heredia, y mantenerla bajo la tristemente célebre custodia de dos guardias civiles. Hasta cuando hay un accidente entre dos bicicletas (para seguir con el ejemplo) hay más policías que ahí.

Delegar: no se puede argumentar que se delegó una función específica de la policía judicial en manos de la administrativa. Por lo menos no, sin que exista una responsabilidad clara y a lo mejor legal. Delegar la custodia de la droga en manos no expertas para enfrentar al narcotráfico es también un error. ¿Negligente?, no lo sabemos aún, pero que es un error, lo es.

El Ministerio Público como superior de la policía judicial, tiene también su cuota de responsabilidad en esto. ¿Estuvo de acuerdo el fiscal a cargo, en dejar la evidencia en tan paupérrimas condiciones de seguridad? Si es así, hay que revisar qué sucedió.

Algo huele mal… en Golfito. Demasiadas casualidades y oportunidades para que el hecho se diera en complacencia de errores. No quiero decir otra cosa, no se mal interprete, pero me extraña cómo todas las fuerzas del orden cometieron los errores en perfecta concordancia para que todo se facilitara. ¿Acaso la Ley de Murphy en todo su esplendor? Beneficio de la duda. In dubio pro policías.

Quedará en la historia policial de Costa Rica, cómo una noche, en una zona rural, sin un solo disparo… le robaron los huevos al águila, mientras afuera cuidaba… la Familia Confiado.