Canellis, identificada por algunos medios como de origen guatemalteco, dijo en un comunicado que ella nunca fue paparazzi como aseguró un fotógrafo en un programa de televisión de Miami y que en su vida ha colaborado con ellos, refiriéndose a las personas que tomaron las fotos que causaron el escándalo.
“Algunos en los medios han llegado a sugerir que yo he tenido alguna participación en todo esto. Eso es completamente falso. A todos les digo que nunca sería capaz de hacerle daño a la persona que amo”, dijo Canellis sin mencionar a Cutié.
La mujer, divorciada y con un hijo de 14 años, también rogó a los medios de comunicación que “no propaguen mentiras y continúen respetando la privacidad” suya y de su hijo. “De nuevo, a la comunidad, muchas gracias por sus oraciones”, agregó.
El desmentido de Canellis se produjo después de que los fotógrafos Lorenzo González, José Luis Castillo y Juan García Alejandro, director de la revista TVnotas USA, fueran entrevistados en el programa de Cristina Saralegui, en la cadena Univisión.
González, quien vendió las controvertidas fotos, dijo que era amigo de Cutié, uno de los hispanos más influyentes de EE. UU., y que Canellis en una época fue fotógrafa que coincidía con él en los clubes y los restaurantes de Miami Beach.
Tras estas revelaciones, corrieron como pólvora informaciones no confirmadas de que la guatemalteca presuntamente le había montado una trampa a Cutié para que lo fotografiarán con ella en la playa y en un bar.
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