miércoles, 23 de diciembre de 2009

Solo un carta de Navidad

Hola Pá:


Te quería escribir desde hace tiempo. No lo había hecho porque no tenía el valor de hacerlo. Aún hoy, creo que no podré terminar esta carta, llena de palabras escritas con el corazón y la tinta del alma.


¿Cómo empezar? No sé, a lo mejor decir todo lo que no pude manifestar aquella mañana del 28 de noviembre del 2007. Decirte todo lo que te estoy agradecido, todo lo que te amo y todo lo que me has hecho falta.

A lo mejor el no poder abrazarte, la distancia que se ha impuesto entre nosotros dos, las tantas fechas memorables que quise compartir contigo y no pude, los momentos de alegría en que no estabas a mi lado, los éxitos que quise compartir contigo, a lo mejor todo eso me hace vivir un sentimiento diferente, una mezcal de nostalgia y amor.

Cuanto recordar también los momentos en que nada nos dividía. Aquella noche que pasé sobre tu estomago en la playa de Puntarenas porque querías llevarnos al puerto a pesar que el dinero no era suficiente. Sí, tenía unos 7 años. Cuando tras cada graduación escolar nos llevabas a cenar, una comida china siempre coronaba nuestros esfuerzos, el de mi hermano mayor y el mío. Ni qué hablar de las navidades en que tenías que trabajar hasta tarde, llegabas ya pasadas las doce de la noche, y nosotros nos levantábamos para ver que traída el niño, jeje, el niño tu, papi.

Podría citar un sinfín de recuerdos, de paseos, de fiestas, de verte bailando con mami, de verte sonriendo o simplemente moviendo las orejas, facultad que me heredaste, entre muchas otras. Recuerdo con especial cariño tus regañadas, más semejantes a un vacilón de amigos que a una llamada de atención. ¡Que tiempos aquellos Pá!

Gracias Pá por ser un sabio entre los sabios, por ser un ejemplo entre ejemplos, por ser un padre como pocos, pero un amigo como siempre.


Una vez escuché una frase que decía un actor que más o menos era así:


"Hijo mío, yo te di la vida. Yo te di tus primeras ropas, tus primeras comidas. Conmigo diste los primeros pasos. Te enseñé a caminar por la vida. Te mostré el camino de la educación y el respeto. Te llevé a la escuela, al colegio y te ayudé en la Universidad. Te mostré cómo ser un buen hijo y un buen esposo. Te preparé para que fueras un buen padre. Te lo di todo… y todo lo debes. Pero no te preocupes hijo, no me lo debes a mí, se lo debes a tus hijos".


Hoy Pá, te puedo asegurar que estoy tratando de cumplir con mi deuda, siguiendo tus pasos, tus consejos y tu vida ejemplar.


No te niego que es difícil. Que la distancia entre ambos ha hecho que el dolor crezca cada vez más, que esta división es muy difícil de llevar, pero que también con igual intensidad guardo un especial motivo para que la unión se haga realidad nuevamente.


Hoy, después de tantos tiempos alegres idos, y de tantas nostalgias, el hecho de que estés lejos y cerca a la vez, me da ese no se qué que nos pone en la delgada línea del dolor y la alegría por saber que, aunque de una manera diferente, siempre nos cuidas.


En esta navidad papi, quiero decirte que te amo cada vez más, que me perdones por todo lo malo que hice, que me ayudes una vez más a caminar por el buen camino que me muestras cada día, que quiero abrazarte y dejar de llorar tu ausencia. Esta es la tercera navidad sin ti, y que cada una es como la primera.


Ahora que estás gozando de la mejor de todas tus navidades… ahora que te has ido, quiero decirte papi…


¡Feliz Navidad… en el cielo!

3 comentarios:

  1. Mis respetos José... Sé q tu padre está muy orgulloso d mirar desde el cielo y ver la calidad d hombres q formó...

    Bendiciones y Feliz Navidad!

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  2. ¡Qué carta tan bella! Y qué bien escrita. Me compromete a escribir una para mi propio padre y que aún no me animo a hacerla.

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