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jueves, 29 de abril de 2010

DECRETADO DÍA DEL PERIODISTA COSTARRICENSE

El Presidente de la República, Óscar Arias Sánchez firmó, este 28 de abril, el decreto del Día Nacional del Periodista Costarricense, iniciativa que nace del esfuerzo de la Junta Directiva por resaltar la labor de los comunicadores.

El 30 de mayo recuerda el atentado terrorista de La Penca de 1984, fecha que queda establecida como Día Nacional del Periodista. El acto contó con la presencia de algunos de los sobrevivientes de La Penca y familiares del comunicador Parmenio Medina Pérez, víctimas del periodismo valiente y comprometido.

José Rodolfo Ibarra sobreviviente de La Penca, manifestó que el decreto refresca la memoria histórica de la nación, el trabajo periodístico y la protección de la libertad de expresión. “En nombre de los colegas que han recorrido las calles de este país en busca de información para hacerla llegar a la ciudadanía, de los colegas que ya no están y por los que dijeron y fueron callados, doy gracias porque esta fecha pasará a la Historia y será recordada por las nuevas generaciones”.
El Presidente de la República, Óscar Arias Sánchez, recordó el atentado, ¿por qué tuvimos que esperar 26 años para declarar este día?. “Cuando asumí el poder en 1986, expulsé a la Contra de Costa Rica, nosotros les dimos la excusa a la gente que quiso poner las bombas para acabar con los periodistas que cubrían la información y les dimos excusas, porque el territorio de Costa Rica era usado abiertamente por la Contra, aunque decíamos que éramos neutrales”.

Raúl Francisco Silesky Jiménez, presidente del Colegio de Periodistas, afirmó que esta celebración no estaba en Costa Rica y nace a partir de un hecho lamentable y del ejercicio profesional de decir la verdad de los hechos. “En otros países muere gente haciendo esta labor, en el país hay roces entre políticos y prensa, eso es normal. Encuentros y desencuentros. Es en ese conflicto que se forja la democracia porque no hay posibilidad de democracia sin libertad. Es en ese diálogo que podemos llegar a acuerdos, buscando siempre la verdad”.

Rodrigo Arias Sánchez, Ministro de la Presidencia, recalcó la labor de la prensa no hay democracia sin libertad ni libertad sin responsabilidad, uno de esas libertades es la libertad de informar y el derecho de estar debidamente informado. “La libertad de prensa es un derecho y una enorme responsabilidad, quien la ejerce debe aspirar éticamente a decir la verdad de los hechos objetividad porque esa es la mejor forma de ayudar al otro y ejercer el derecho de estar debidamente informado”.

Muchos periodistas que han muerto, acallados después de buscar la verdad. En Costa Rica Jorge Vargas Gené, Linda Fraiser, Jorge Quirós, Evelio Sequeira, Parmenio Medina e Ivannia Mora son nombres que dieron sus vidas por la libertad de prensa.

Otros colegas, también en el ejercicio profesional recibieron terribles heridas que los han marcado, como Nelson Murillo, Edgar Fonseca, William Céspedes, Carlos Vargas Gené, Gilberto Lopes, Roberto Cruz y José Rodolfo Ibarra a quienes les rodea la impunidad sobre el atentado terrorista de La Penca.

El Decreto busca que el olvido no se atañe a este hecho.
Elaborado por Juan José Arce Vargas.
Comunicación y Capacitación
Colegio de Periodistas profesionales en comunicación


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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Solo un carta de Navidad

Hola Pá:


Te quería escribir desde hace tiempo. No lo había hecho porque no tenía el valor de hacerlo. Aún hoy, creo que no podré terminar esta carta, llena de palabras escritas con el corazón y la tinta del alma.


¿Cómo empezar? No sé, a lo mejor decir todo lo que no pude manifestar aquella mañana del 28 de noviembre del 2007. Decirte todo lo que te estoy agradecido, todo lo que te amo y todo lo que me has hecho falta.

A lo mejor el no poder abrazarte, la distancia que se ha impuesto entre nosotros dos, las tantas fechas memorables que quise compartir contigo y no pude, los momentos de alegría en que no estabas a mi lado, los éxitos que quise compartir contigo, a lo mejor todo eso me hace vivir un sentimiento diferente, una mezcal de nostalgia y amor.

Cuanto recordar también los momentos en que nada nos dividía. Aquella noche que pasé sobre tu estomago en la playa de Puntarenas porque querías llevarnos al puerto a pesar que el dinero no era suficiente. Sí, tenía unos 7 años. Cuando tras cada graduación escolar nos llevabas a cenar, una comida china siempre coronaba nuestros esfuerzos, el de mi hermano mayor y el mío. Ni qué hablar de las navidades en que tenías que trabajar hasta tarde, llegabas ya pasadas las doce de la noche, y nosotros nos levantábamos para ver que traída el niño, jeje, el niño tu, papi.

Podría citar un sinfín de recuerdos, de paseos, de fiestas, de verte bailando con mami, de verte sonriendo o simplemente moviendo las orejas, facultad que me heredaste, entre muchas otras. Recuerdo con especial cariño tus regañadas, más semejantes a un vacilón de amigos que a una llamada de atención. ¡Que tiempos aquellos Pá!

Gracias Pá por ser un sabio entre los sabios, por ser un ejemplo entre ejemplos, por ser un padre como pocos, pero un amigo como siempre.


Una vez escuché una frase que decía un actor que más o menos era así:


"Hijo mío, yo te di la vida. Yo te di tus primeras ropas, tus primeras comidas. Conmigo diste los primeros pasos. Te enseñé a caminar por la vida. Te mostré el camino de la educación y el respeto. Te llevé a la escuela, al colegio y te ayudé en la Universidad. Te mostré cómo ser un buen hijo y un buen esposo. Te preparé para que fueras un buen padre. Te lo di todo… y todo lo debes. Pero no te preocupes hijo, no me lo debes a mí, se lo debes a tus hijos".


Hoy Pá, te puedo asegurar que estoy tratando de cumplir con mi deuda, siguiendo tus pasos, tus consejos y tu vida ejemplar.


No te niego que es difícil. Que la distancia entre ambos ha hecho que el dolor crezca cada vez más, que esta división es muy difícil de llevar, pero que también con igual intensidad guardo un especial motivo para que la unión se haga realidad nuevamente.


Hoy, después de tantos tiempos alegres idos, y de tantas nostalgias, el hecho de que estés lejos y cerca a la vez, me da ese no se qué que nos pone en la delgada línea del dolor y la alegría por saber que, aunque de una manera diferente, siempre nos cuidas.


En esta navidad papi, quiero decirte que te amo cada vez más, que me perdones por todo lo malo que hice, que me ayudes una vez más a caminar por el buen camino que me muestras cada día, que quiero abrazarte y dejar de llorar tu ausencia. Esta es la tercera navidad sin ti, y que cada una es como la primera.


Ahora que estás gozando de la mejor de todas tus navidades… ahora que te has ido, quiero decirte papi…


¡Feliz Navidad… en el cielo!