miércoles, 26 de febrero de 2014

Carta abierta al Poder Legislativo: con motivo de la intromisión del Candidato Johnny Araya

Estimadas diputadas y diputados:

Con profunda indignación y un gran sin sabor, recibí la noticia de la propuesta que hizo el candidato del segundo lugar Johnny Araya para que Miguel Ángel Gutierrez Saxe ocupara el puesto de Defensor de los Habitantes. 

Hablamos de la misma persona que hace cuatro años postuló su nombre a la misma Comisión Permanente de Nombramientos de la Asamblea Legislativa, y que en aquella ocasión obtuvo un 0 de calificación con lo cual quedó fuera, precisamente con votos del mismo PLN que en aquella oportunidad decidió votar por doña Ofelia ya hoy no tan querida por el partido de la que fue diputada mientras era electa defensora.

Hoy, para ese mismo partido, el candidato idóneo es al que cuatro años atrás no le dieron ni un punto. No entro a cuestionar su capacidad que lejos está de la duda, sino su misma decisión de no participar en el proceso de este año.

Hace unos días les envié un correo solicitándoles se respete el proceso emprendido por dicha Comisión y partir de los seleccionados en ambas ternas. Ahora, insisto ante ustedes con todo respeto para hacer valer ese procedimiento y que no se haga caso de los acuerdos politiqueros de mesas de segunda clase que, en compadrazgos electoreros, algunos quieren consolidar en la política del botín repartido. 

Si don Miguel Ángel quería ser considerado para ese puesto, ¿por qué no se postuló y realizó el proceso que todos hicimos? Es una falta de respeto aceptar un puesto de a dedo, pero es más indigno que un candidato de segunda siga manipulando a algunos diputados (no todos por dicha) cual si fueran títeres de un circo.

Cabe la duda entonces de: ¿Para qué una Comisión de Nombramientos si se puede esperar sentado en un escritorio a que le ofrezcan el puesto del día, cual si fuera un menú de esos de casado de a mil? ¿Para qué pagar dietas de los diputados integrantes de dicha Comisión, salarios de los funcionarios, gastos administrativos, sin entrar a analizar los gastos de tiempo, certificaciones, trabajo de otras instituciones, gasolina, taxis, parqueos, vacaciones o permisos de quienes sí participamos del proceso de selección? En este caso lo mejor sería entonces cerrar una Comsión a la que se brincan con poco impulso hoy sí, ayer y mañana también, al va y ven de calores electorales y como tienda de conveniencia para algunos que no adecentan el arte de la política.

Yo sigo confiando y creyendo, en que dentro de la Asamblea Legislativa, hay diputados de honestidad y dignidad, que hoy más que nunca sabrán devolverle la Defensoría a los habitantes, un lugar del que nunca ha salido. 

Con sinceridad,

Ccc. José Rodolfo Ibarra B.
Ciudadano Común y Corriente
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